Gustavo Anbinder, gerente de Nuevos Negocios de Genneia, la mayor inversorsa local en energías renovables, destacó algunos beneficios, pero también reclamó definiciones con respecto a otros puntos del mercado en el marco de la reunión por el Día Nacional de la Energía, organizada por el Comité Argentino del Consejo Mundial de Energía (CACME).
Anbinder se refirió al borrador que presentó hace algunas semanas el Ministerio de Energía y Minería, a cargo de Juan José Aranguren, sobre los contratos de compra y venta de energía renovable entre empresas privadas.
“Estuvimos casi un año esperando para ver cuáles iban a ser los contratos en el sector privado y hoy tenemos muchísimas incertidumbres”, expresó el gerente de Genneia. Y puntualizó: “No sabemos cuándo podemos empezar a negociar los contratos, no sabemos si se va a publicar una lista para salir a contratar privados, hoy no se sabe dónde hay que ir para contratar a otro privado, no se sabe a quién hay que llevarle el contrato o quién lo tiene que autorizar, pero fundamentalmente no tenemos los precios porque no tenemos toda la información arriba de la mesa para finalmente tomar una decisión”.
El gerente de Nuevos Negocios de Genneia afirmó que “por el lado de los privados sí sabemos que el precio se pacta entre las dos partes en una mesa de negociación”. Pero agregó que “en el borrador (que difundió el gobierno para recibir comentarios) de la nueva regulación nos aparece una novedad sobre un descuento sobre el pago de potencia que teóricamente tendríamos que hacer. ¿Cuál es ese descuento? Nadie lo sabe”.
Por último, Anbinder concluyó diciendo que “el mensaje de todo este recorrido es que una empresa tiene libertad para contratar, pero en estos momentos tiene tantas incertidumbres que no puede tomar una decisión. Hay mucha motivación en el mercado para generar contratos entre privados de energía renovable, pero hay tanta incertidumbre que están todos congelados”.
El ejecutivo sostuvo que “el éxito de la licitación (de la ronda 1 y 1.5 del programa Renovar) fue que para cumplir con el objetivo de la ley para 2018 se adjudicó capacidad instalada suficiente como lograrlo” y, además, resaltó que en el sector privado “tenemos un mínimo de demanda obligada a consumir”.
Respecto de la compra de energía mediante CAMMESA, la empresa integrada por el Estado y otros eslabones del sector eléctrico, reclamó una definición con respecto a los precios: “Para los contratos con CAMMESA tenemos una pista de que el precio está de alguna manera fijado por las licitaciones, aunque no sabemos si este mismo precio con la licitaciones futuras se va a afectar o no”.
Agregó que el sector tiene «un esbozo de un cargo de comercialización y administración que todavía no esta confirmado, ni se conoce desde cuándo se va a empezar a aplicar”.
En este sentido, expresó: «Sabemos que vamos a tener que pagar un cargo por un fideicomiso que tampoco esta establecido, porque nadie sabe cuánto es ni cuál es la metodología de calculo de aplicación. En el caso de la compra de energía mediante CAMMESA tenemos un montón de variables que no conocemos”, concluyó.