Un grupo de operarios de una firma contratista tomó ayer una de las plantas de la compañía petrolera Sinopec ubicada en la localidad de Cañadón Seco, en la provincia de Santa Cruz, algo que afectaba el normal funcionamiento de la empresa.
Según detallaron fuentes de la compañía, el conflicto es ajeno a la operadora y se enmarca dentro de un “problema puntual entre un contratista y sus operarios que trabajaban para esa firma”, por lo que solicitó a las autoridades locales la intervención en el tema “a fin de garantizar la habitual prestación de los servicios”.
La toma afectaba el sector de almacén de la compañía, desde donde se provee de herramientas, maquinarias y “elementos indispensables” para el trabajo en el campo, indicaron desde Sinopec.
La compañía petrolera adelantó a comienzos de año su intención de mantener el nivel de inversiones comprometido para todo el 2017 al tiempo que alertó por el permanente conflicto de carácter sindical que afecta el funcionamiento en varias de las plantas en la provincia.