Por Pedro Milla, Secretario General de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles
La semana pasada, el presidente Alberto Fernández, encabezó el acto de formación del Consejo Económico y Social a través del decreto 123/2021, publicado este lunes en el Boletín Oficial. La creación de este consejo es clave para discutir las problemáticas que competen a las diferentes esferas de la Argentina, para construir puentes de diálogo, y para generar amplios consensos en pos del desarrollo productivo nacional.
Este órgano multisectorial – que funcionará bajo la presidencia del Secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz- tendrá como eje central la apertura al debate sobre los temas de agenda que urgen a cada sector, a fin de crear alianzas estratégicas y proyectos transformadores, que agreguen valor al desarrollo del país.
Este consejo surge en un contexto donde el sector petrolero necesita establecer una política a largo plazo que visibilice el progreso exponencial de la industria del biocombustible. Para este objetivo, es imprescindible contar con la colaboración y el compromiso de los organismos públicos y privados. Sin ellos será difícil impulsar al sector que da empleo directo e indirecto a miles de empresas, que hoy son competitivas en el mercado.
Si bien la industria de hidrocarburos fue una de las más golpeadas por la pandemia, el 2021 se presenta con una perspectiva esperanzadora. Este año inició con los anuncios sobre la nueva Ley de Biocombustibles. A esto se suma que la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) tiene prevista la inauguración del Centro de Formación que generará un nexo entre los ámbitos institucionales estatales y los trabajadores de hidrocarburos y biocombustibles. Este proyecto prevé mejorar la calidad del trabajo en la industria a nivel nacional. Estas iniciativas mantienen al sector a la expectativa de obtener un balance positivo a fin de año.
