Errar es humano, reflexiona Ruben Pesoa, Representante Comercial de la División Industria. Desde que comenzamos el día hasta que lo terminamos arrastramos un sinfín de equivocaciones que reposan en nuestras espaldas, pesan y a veces incluso y sin desearlo pueden llegar a trasladarse a otras personas. Las fallas, que se propagan rápidamente, ocurren en los momentos menos esperados causando pérdidas de dinero y sobre todo de tiempo. Independientemente de la equivocación, quizás el peor de los errores es el de no aprender de la lección. Y de esto se trata la excelencia: en no perder el foco de que la calidad depende de las personas, en sus capacidades y sobre todo en sus actitudes en aceptar el error.

“Como profesionales debemos dejar de lado la defensiva, ir más allá y buscar oportunidades de mejora. Estar abiertos a recibir un feedback, ser capaces de analizar y trabajar sobre una falla y verla como una oportunidad de mejora y no como un castigo. La crítica debe ser bien aceptada y no vista como algo negativo pues es generadora de movimiento y se transforma en potencial. Nuestra mayor virtud radica en la capacidad de obtener fuerzas analizando nuestras debilidades”, analiza.

El gran secreto, para Pesoa, es el uso constante de su mejor herramienta, una que no es difícil de adquirir, pero sí de implementar. Con ella es posible mejorar un producto, acelerar un proceso o llegar a tiempo a un compromiso. “Gracias a nuestra solución inventamosla lámpara hace 138 años y descubrimos fallas en barcos, en satélites y en automóviles. La hemos usado en pozos de petróleo, en oleoductos y en refinerías y nos lleva día a día a las fábricas de nuestros clientes y de sus proveedores”. La herramienta, explica Pesoa, se sintetiza en tres palabras: “¿que pasaría sí…?”.

“Esta pregunta, completamente subestimada por su potencial es la generadora de nuestra fuerza y la repetimos en nuestras acciones. Nuestro éxito se basa en el análisis de lo que aún no ha pasado, en pensar que lo que nunca ha fallado puede llegar a fallar”, responde y asegura que es la clave de un servicio de calidad con ética, técnicamente seguros y un proceso de mejora continua.