Luego de tres años de trabajo para su restauración y cuatro meses de pruebas, la Central Nuclear Embalse fue reconectada y proveerá de energía a más de tres millones de personas, cifra equivalente al 86% de la población de la provincia de Córdoba. El gobierno informó que la extensión de su vida útil demandó 2149 millones de dólares

El 25 de noviembre de 2009 el Congreso Nacional declaró las obras de interés nacional a través de la ley 26.566. En 2010 se firmó un contrato con IMPSA, para la construcción de los generadores de vapor que la firma entregó en agosto de 2016. En 2013 se instaló en Embalse un simulador de alcance total, réplica exacta y en escala real de la sala de control principal de operaciones, que se utilizó en la capacitación del personal de la planta y como herramienta de ingeniería.

Ese mismo año se obtuvo un crédito de la CAF –Banco de Desarrollo de América Latina– por 240 millones de dólares, siendo la primera vez que un organismo multilateral otorgó un crédito para un proyecto nuclear. La última etapa de la obra comenzó el 31 de diciembre de 2015 cuando Embalse salió de servicio. Inicialmente estaba previsto que esta fase demorara dos años, pero al final terminaron siendo tres años.

A comienzos de enero de este año Nucleoeléctrica puso en marcha el reactor luego de haberse concluido las tareas de extensión de su vida útil por otros 30 años. Desde entonces se realizaron diversas pruebas hasta que finalmente la Embalse comenzó a brindar energía a la red.

“La energía nuclear es una fuente más que se suma al petróleo y gas, con Vaca Muerta a la cabeza, y las energías renovables, todas en expansión”, sostuvo a través de un comunicado Gustavo Lopetegui, secretario de Gobierno de Energía. 

La obra fue desarrollada y ejecutada por equipos de ingenieros y técnicos de Nucleoeléctrica, empleando en forma directa a más de 3.000 personas. Además participaron proveedores nacionales de bienes y servicios altamente calificados.

La firma IMPSA, por ejemplo, fue protagonista de la construcción y la extensión de vida de la central, especialmente en lo que respecta a temas de ampliación y de cómo potenciar su capacidad instalada. La empresa fabricó y suministró 4 generadores de vapor. “Con este revamping se prolonga la vida útil de la Central por 30 años aumentando la capacidad en 50 MW (7 por ciento). El proyecto empleó a más de 100 profesionales y todo el trabajo se llevó adelante en la Nave Nuclear que tiene la empresa en su Centro de Desarrollo Tecnológico ubicado en Mendoza con la colaboración de más de 20  pymes locales”, aseguró la compañía a través de un comunicado.